estado abierto al clamor de ellos desde la eternidad. La oración es verdaderamente un medio; sobre todo, la oración colectiva. Toda gran bendición en la vida de una iglesia y en la vida de un individuo se obtiene por medio de la oración. Aun la salvación, iniciada y realizada por la obra soberana del Espíritu, no se saborea conscientemente sin la oración. El Espíritu nos regenera, inclina nuestra voluntad y nos lleva al lugar del arrepentimiento. Todo esto es obra de la gracia. Si Dios no hubiera
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